La eurozona perdió más de 3 millones de empleos en 2020 por los efectos de la pandemia
El número de ocupados en la zona euro en el cuarto trimestre de 2020 alcanzó los 157,9 millones, una cifra que representa una caída de 3,1 millones de empleos en comparación con el mismo periodo de 2019, antes del impacto de los efectos de la crisis del coronavirus, según ha informado este martes la oficina comunitaria de estadística, Eurostat. Las restricciones impuestas por los distintos gobiernos y la reducción de la actividad de las empresas -sobretodo en la parte de los servicios- ha provocado afectado de lleno al empleo, cuya recuperación depende directamente de la evolución de la campaña de vacunación.
En el conjunto de la Unión Europea (UE), el número de ocupados en el cuarto trimestre de 2020 era de 206 millones, una cifra inferior en 3,5 millones de personas a la del mismo trimestre de 2019. En el cuarto trimestre, la ocupación creció un 0,3% en la eurozona respecto de los tres meses anteriores, cuando aumentó un 1%, aunque era un 1,9% inerior a la del mismo trimestre de 2019, mientras que en la UE creció un 0,4% trimestral, tras aumentar un 0,9% en el tercer trimestre, pero retrocedió un 1,6% interanual.
Por países, en el último trimestre de 2020 la mejor evolución de la ocupación respecto de los tres meses anteriores se observó en Portugal y Estonia (+1,9%), por delante de España (+1,2%), mientras que Chequia y Croacia registraron los peores datos, con una caída del 0,5%.
España a la cabeza de la pérdida de ocupados
En comparación con el cuarto trimestre de 2019, no obstante, España lideró la pérdida de ocupados en la UE, con una caída del 4,2%, seguido de Estonia, con un -4,1%, y de Letonia, con un -3,4%, mientras que la mejor evolución interanual se registró en Luxemburgo (+1,7%) y en Polonia (+0,8%), los dos únicos miembros de la UE que aumentaron sus niveles de empleo en el año.
En el conjunto de 2020, el empleo en la zona euro se situó un 1,6% por debajo del nivel de 2019, cuando había crecido un 1,2%, mientras que entre los Veintisiete disminuyó un 1,5%, tras aumentar un 1% en 2019.
La vacunación, clave para la recuperación
Los avances en las campañas de vacunación contra la Covid-19 y el anuncio de nuevas medidas de estímulo fiscal, particularmente en Estados Unidos, así como la mejor adaptación de las economías a las restricciones impuestas para frenar las últimas oleadas de la pandemia han permitido a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) revisar sustancialmente al alza sus perspectivas económicas de forma generalizada.
En la actualización de previsiones publicada este martes por el ‘think tank’ de los países ricos, la OCDE proyecta un crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) mundial del 5,6% en 2021, tras la caída del 3,4% observada en 2020, lo que representa una mejora de 1,4 puntos porcentuales respecto de las previsiones del pasado diciembre, mientras que eleva en tres décimas su pronóstico de crecimiento para 2022, hasta el 4%.
De este modo, la OCDE calcula que la economía mundial superará los niveles de actividad anteriores a la pandemia «a mediados de 2021», aunque advierte de la existencia de indicios que apuntan a una creciente divergencia en el ritmo de recuperación de los países y sectores, por lo que la recuperación proyectada a nivel global implicará una expansión menos vigorosa para finales de 2022 de lo que se había previsto antes de la Covid-19.
En este sentido, apunta que las estrictas medidas de contención implementadas frenarán el crecimiento en algunos países y sectores de servicios a corto plazo, mientras que otros países y sectores se beneficiarán de políticas de salud pública más eficaces, un despliegue de vacunas más rápido y un fuerte apoyo público.
«A pesar de la mejoría de las perspectivas globales, la actividad y los ingresos en muchos países seguirán por debajo de lo previsto antes de la pandemia a finales de 2022», señala la organización liderada por el mexicano Ángel Gurría.